¿Te has puesto a pensar alguna vez en la fortuna que significa poder contar con agua dulce? Posiblemente, muy pocos hemos tenido la oportunidad de reflexionar sobre ello. Es por eso que dedicamos estas líneas de Ecología Útil a dar un poco de atención a esta maravilla entrañable, contándote cuál es la importancia del agua dulce y algunos trucos para cuidar de ella de manera más eficiente, siempre en aras de un máximo ahorro de agua.
Índice
Importancia del agua dulce: Una maravilla que no es tan abundante como crees
Nuestro planeta está lleno de agua, pero menos de un litro de cada cien es apta para el consumo humano. De esos cien litros, casi noventa y ocho son de agua salada, cuya potabilización es muy costosa.
La gran reserva de agua dulce de la tierra se encuentra en el hielo de la Antártida, y otra buena parte es agua subterránea. De modo que la que consumimos proviene prácticamente de los ríos.
Ahora bien, uno de los grandes problemas con el agua dulce del planeta es su irregular distribución. Mientras el continente sudamericano es pletórico en agua dulce con el Amazonas, el Orinoco, el Magdalena, el Paraná y otras importantes corrientes; en otros territorios, especialmente en Asia y el África sahariana, hay carencias de este líquido vital.
Pero te preguntarás por qué es tan alta la importancia del agua dulce, por lo que a continuación te daremos algunos datos al respecto:
Razones de por qué el agua dulce es esencial, ¿quieres conocerlas?
- Las masas de agua continentales o los ecosistemas de agua terrestre son los requeridos y esenciales para nuestra alimentación, los procesos industriales y, por supuesto, para la producción de energía. Es el único capaz de alimentar la vida, tanto para el consumo humano, como para el animal y la producción y riego de cultivos.
- El agua dulce es más liviana y fácil de consumir.
- Ella conforma y protege diferentes ecosistemas, garantizando así la existencia de las especies.
- Impulsa la migración de especies, nutrientes y minerales que son clave para la vida en el océano y en la tierra.
Teniendo clara la importancia del agua duce, ¿Qué sucede con el ciclo de contaminación?
Cuando contaminamos un río, por ejemplo, creamos tres frentes de problemas:
- En primer lugar, le hacemos la vida más difícil a las especies vegetales y animales que viven en el río. Como consumimos muchas de esas especies, lo que estamos haciendo, en realidad, es contaminando también nuestra propia comida.
- En segundo lugar, como los ríos tributan a otros o desaguan en el mar o en lagos, cuando contaminamos un río, estamos afectando también a todos los demás cuerpos que se encuentran aguas abajo. Las especies que viven en esta cadena de espacios acuáticos también sufren las consecuencias.
- Una tercera consecuencia es que el agua dulce contaminada es más difícil de potabilizar, lo que incrementa la factura del servicio. Adicionalmente, en la potabilización del agua intervienen químicos, cuyos procesos de fabricación generan emisiones contaminantes.
Por todo esto, la protección de los ríos es esencial para preservar todos los espacios relacionados, y si son utilizados para verter aguas de desecho, estas deben ser adecuadamente tratadas antes de ser lanzadas a la corriente.
Entonces, ¿Cómo cuidar el agua dulce de una manera eficiente y responsable?
Ahora que conocemos la importancia del agua dulce es momento de aprender cómo cuidar de ella. Se estima que unos mil millones de seres humanos, a escala planetaria, viven con severas restricciones en el suministro de agua dulce, de allí la importancia de preservar los cuerpos de agua y ahorrar en su consumo.
1. Ahorra agua dulce en el baño
Este es el principal lugar de la casa donde el agua se utiliza con menos eficiencia; algo lógico, si pensamos que es la habitación con más canillas, ¿no?
Para reducir el consumo de agua debemos seguir algunos consejos, como tomar duchas cortas de no más de cinco minutos, en lugar de baños de larga inmersión. También debemos cerrar la canilla mientras nos estamos cepillando los dientes, afeitando o lavando las manos. Piensa que toda el agua que corre mientras hacemos estas acciones se está desperdiciando.
2. Artefactos que regulan la presión del agua
Muchos de los grifos y regaderas de baño poseen dispositivos o elementos que permiten regular la presión. Lo ideal sería tratar de controlar este aspecto para que no gastemos más de lo que utilizamos. En caso de no tener reguladores, existen, por muy bajos costos, algunos accesorios que te darán dicha posibilidad.
3. En la cocina también puedes ahorrar
Para no desperdiciar el agua al lavar los platos, debemos mojarlos y cerrar la canilla, para luego pasarles la esponja y, finalmente, volver a abrirla para el enjuague. No usar agua en exceso para la cocción, por ejemplo; no hace falta llenar una olla grande para hacer una pequeña porción de arroz. Tampoco hay que descongelar alimentos bajo el chorro de agua; se deben sacar con suficiente tiempo o, en casos extremos, utilizar el microondas. La clave está en tener siempre en mente la importancia del agua dulce.
4. Lavar ropa y ahorrar al mismo tiempo
Pongamos el lavarropas en funcionamiento cuando tenga una carga completa; la opción de media carga consume más de la mitad de este líquido preciado, por lo cual es preferible hacer un lavado completo que dos a media carga. También podemos reutilizar el agua del desagote juntándola en un balde para luego emplearla regando el jardín.
5. Identificar fugas de agua en casa
Puede que un insignificante goteo no parezca un problema demasiado grande, pero esto puede sumarse y gastar hasta 10 mil galones de agua al año, ¡una cifra impresionante! Es por esto por lo que debemos prestar atención a filtraciones y fugas. ¿Cómo lo hacemos? Mira tu medidor y deja de utilizar agua en un periodo de dos horas. Si notas la diferencia, es porque te encuentras ante una fuga. No deberás dudar en arreglarla.
6. Cosecha de agua
Al igual que en una manera anterior ya descrita, la reutilización de agua promete una mejora ambiental, así que reutilicemos la lluvia. Podrás hacerlo colocando envases y cubetas en el exterior; lo recolectado se utilizará, por ejemplo, regar nuestras plantas o lavar en casa.
Sin duda alguna, tener clara la importancia del agua dulce y aprender a cuidar de ella es algo que todos debemos hacer, empezando por tomar conciencia para luego poner en práctica acciones eficientes. Quizás parezca que lo que uno puede ahorrar es poco, pero esa pequeña cantidad multiplicada por los millones de habitantes se hace significativa y es lo que ayudará a preservar nuestro planeta.
No queremos que te vayas sin antes contarnos cuáles de estas acciones incluyes en tu rutina y cuáles otras crees que pueden resultar eficientes para los demás lectores. ¡Estaremos esperando saber de ti! Tampoco dejes de leer estas frases de agua, para reconocer la importancia de este recurso natural.