Es mucho lo que sabemos sobre la para el ecosistema y para la vida en la Tierra. Sin embargo, no se difunden de manera adecuada todos los problemas que pueden afectarlos. Y es que no solo se trata de las enormes cantidades de plástico que cada año se depositan en los mares, también hay un problema de gravedad, que viene llamando la atención de expertos. Hoy en Ecología Útil te contamos qué es la acidificación de los océanos, cómo se genera, las causas que la impulsan y qué podemos hacer para reducirla. ¿Nos acompañas? Pues, ¡empecemos!

¿Qué es la acidificación de los océanos?

La acidificación de los océanos es uno de los problemas ambientales más graves y menos discutidos a nivel global. Se trata de un fenómeno que se desata a consecuencia del aumento de dióxido de carbono en la atmósfera, que se genera por actividades humanas como la deforestación y la quema de combustibles fósiles. Entre las curiosidades del océano y su funcionamiento, se cuenta que actúa como una especie de sumidero de carbono, lo que implica que absorbe el dióxido de carbono generado por el hombre; de hecho, se calcula que desde la Revolución Industrial todos los océanos han absorbido hasta un tercio del CO2 que se genera.

Comprender qué es la acidificación de los océanos implica asumir el riesgo que este fenómeno implica para la vida del planeta. Con esta absorción de CO2 se ha alterado la química de las aguas, y esto ha producido un descenso del pH, haciendo que el agua vuelva a ser más ácida. En términos resumidos, el proceso de la acidificación se genera cuando el CO2 se disuelve en el mar y reacciona al agua, creando ácido carbónico. Éste posteriormente se disocia en bicarbonato e iones de hidrógeno. Es justo el aumento de iones de hidrógeno, lo que causa disminución del pH, es decir, la acidificación.

Qué causa acidificación de los océanos

Qué es la acidificación de los océanos

Una vez que sabemos qué es la acidificación de los océanos, debemos profundizar en las diversas causas que la generan. Como te comentábamos, lo primordial en este fenómeno es que han aumentado de manera notable las emisiones de CO2 por actividades humanas. Pero, ¿cuáles son en concreto estas actividades? La primera es la quema de combustibles fósiles, el uso de carbón, petróleo y gas para la generación de energía y transporte.

En segunda instancia aparece la deforestación, pues se eliminan los árboles que funcionan como sumidores naturales del dióxido de carbono. Los procesos industriales son la tercera causa que determina la acidificación de los océanos. Sectores como la producción de cemento y la industria metalúrgica también emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero. Y por último, la agricultura intensiva, especialmente el uso de fertilizantes nitrogenados, libera óxidos de nitrógeno y metano, que, aunque no son CO2, también contribuye al cambio climático global que intensifica la acidificación.

¿Cuál es el impacto de la acidificación en la vida marina?

Reconocer y comprender qué es la acidificación de los océanos, implica acercarnos a las terribles consecuencias que este fenómeno tiene para la vida marina y el ecosistema en general. Recordemos que muchas de las especies marinas que hoy habitan las aguas dependen de la estabilidad química de la misma para sobrevivir y reproducirse; si el pH cambia de manera notable, esto alterar los hábitats y la fisiología de muchas especies. 

En concreto, son tres grandes grupos de especies los que sufren las peores consecuencias de este proceso. El primero son los arrecifes de coral, pues la acidificación reduce la capacidad de los corales para construir sus esqueletos. Esto los hace más vulnerables a factores agregados, como la contaminación o el calentamiento del agua.

Otros organismos que son muy afectados por el fenómeno de la acidificación son los moluscos. Las almejas, mejillones y ostras experimentan grandes dificultades para conformar sus conchas. Y esto implica no solo la amenaza a la continuidad de la especie, sino también a las comunidades que usan a estas especies como fuente de alimento y aporte a la economía.

Por último, la acidificación afecta también al fitoplancton y el zooplancton, que son fundamentales en la cadena alimentaria marina. Algunos tipos de plancton que forman conchas de carbonato de calcio también están en peligro, lo que podría afectar a toda la red trófica marina, desde pequeños peces hasta grandes depredadores.

Efectos en los ecosistemas y la economía

Los efectos y consecuencias de la acidificación son determinantes para el ecosistema y también la economía. En términos generales, los ecosistemas marinos contribuyen a la regulación del clima, a la producción de alimentos y a la absorción de carbono. Y en relación con la economía, este fenómeno implica consecuencias como la reducción de la pesca, a consecuencia de la disminución de las poblaciones de peces.

Otro elemento de la economía que se afecta con la acidificación es el turismo. Los arrecifes de coral son un atractivo en diversas partes del mundo, en especial para la práctica de disciplinas como el buceo. El descenso de esta población puede afectar la economía de las regiones que tradicionalmente eran epicentro del buceo. Y por último, dada la desaparición o reducción en la población de especies, aumenta el costo de los alimentos marinos.

¿Cómo reducir sus efectos?

Cuando hablamos de qué es la acidificación de los océanos nos enfrentamos a una problemática global de difícil solución. Sin embargo, la toma de conciencia y acciones concretas puede ayudar a reducir este problema. Lo más importante en este sentido es reducir las emisiones de CO2, y esto puede lograrse migrando hacia fuentes de energías renovables y la adopción de tecnologías más limpias. También se pueden generar campañas de preservación y restauración de ecosistemas marinos como los arrecifes y los manglares.

En definitiva, acidificación de los océanos es uno de los desafíos más urgentes que enfrenta nuestro planeta. Sus efectos nocivos ya se dejan sentir en la vida marina, y es vital que tomemos conciencia y acciones para evitar que los daños a los mares, océanos y al planeta, sean mayores.