El año 2014 dejó a los pronosticadores de oficio en ridículo. En 2013 nadie hablaba de ébola ni mucho menos de petróleo barato.

¿Crees que los precios del petróleo deben mantenerse bajos o altos? Ahora te daremos algunas razones para que puedas emitir una opinión con fundamentos.

¡Hay que bajar esos precios!

La anterior afirmación no salió de la reunión de gabinete ejecutivo de alguno de los gobiernos sin reservas de petróleo, acogotados por los altos precios de la energía.

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No, no, lo más probable es que haya salido de un palacete de Marbella o de alguna otra localidad andaluza, en España, donde suelen vacacionar los jeques, emires, sultanes, príncipes y reyes del petróleo.

Para estos señores, prolongar la existencia del petróleo como fuente fundamental de energía es preservar su extravagante modo de vida. Con petróleo barato, resulta cuesta arriba pensar en energías alternativas. A fin de cuentas, los soberanos árabes están sentados sobre océanos de petróleo y no les importa mucho vender dos o tres barriles por el precio de uno.

Eso es mejor a correr el riesgo de que el hidrocarburo se quede debajo de la tierra como un material de poco valor, si se logran masificar y abaratar algunas de las fuentes no contaminantes de energía actualmente en desarrollo.

Petróleo contra petróleo

Pero la actual caída de los precios del petróleo tiene más que ver con un pleito de familia. Un conflicto entre el petróleo convencional, ese que brota a raudales con solo perforar un pozo, y el no convencional, que requiere de tecnología e inversiones cuantiosas para subirlo a la superficie.

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La vocación tecnológica de los estadounidenses y una buena cantidad de papel moneda verde, los llevó a desarrollar métodos rentables para extraer petróleo de los esquistos bituminosos de forma más aceptable.

Estos procesos tecnológicos tienen nombres algo raros, como pirolisis, disolución térmica o hidrogenación, pero han permitido a los Estados Unidos hacerse autosuficientes en materia de energía.

Con el petróleo a cien dólares, la producción de petróleo de esquistos es suficientemente rentable. Con el hidrocarburo a cuarenta dólares, quizás las cuentas ya no cuadren. Calculan los árabes, que llevan haciendo negocios mucho más tiempo que los norteamericanos, que la caída desalentará las inversiones en petróleo de esquistos.

Una vez que los estadounidenses empiecen a abandonar sus proyectos de producción de petróleo no convencional, los desérticos cerrarán algo el grifo, el petróleo volverá a subir y el juego comenzará de nuevo.

¿Y las energías limpias?

Lamentablemente, son las grandes perdedoras. Para peor, petróleo barato es carbón todavía más barato y más emisiones contaminantes.

¿Y a ti qué te parece todo esto? ¡Cuéntanos tu punto de vista!