En España tenemos gran variedad de flora milenaria, asi que hoy vamos a hablar de una ruta no muy conocida pero muy interesante que es la del Roblón de Estalaya, en la provincia de Palencia, Castilla y León. Aventúrate con nosotros.

¿Cómo llegar y qué decir del camino?

LLegando al norte de la provincia palentina, a Cervera de Pisuerga y subiendo en dirección a Potes llegaremos al embalse de Requejada, en Vañes, y al pasarlo y continuar a la derecha enseguida llegamos al inicio de esta bonita ruta del Parque Nacional de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre.

Se trata de un paseo muy agradable, corto, con poco desnivel y de poca dificultad que podemos realizar durante todo el año. Tan solo tardaremos una hora y media o dos en ir y volver y caminaremos durante algo menos de 5 km.

La senda discurre por un camino no homologado pero muy sencillo donde nos podemos encontrar ganado, mayoritariamente vacas, al inicio mientras andamos por los pastos y algún animal salvaje como el zorro, el corzo, el jabalí, la comadreja, el armiño e incluso el oso pardo(o más bien sus huellas) cuando nos metemos en el bosque mixto de robles y hayas con presencia de acebos, espinos o rebollos entre otros.

Roblon de estalaya

Finalmente, la majestuosidad del árbol

Al llegar al final de la pista nos encontramos de frente con el Roblón de Estalaya, un árbol que nos sorprenderá. Con una altura de algo más de 17 metros y una base de más de 10, es todo inmensidad.

No se sabe con exactitud los años que tiene este roble albar. Los expertos aseguran que más de 800 pero que pueden llegar incluso a tener más de mil lo que le coloca como el mayor y más longevo de la Montaña Palentina y de toda la península hasta la fecha. Por este hecho el roblón, apodado con cariño «el abuelo» por la gente de los alrededores, está inscrito en el registro de los árboles notables de Castilla y León.

Pero su historia no acaba ahí, ya que dicho roblón sobrevivió a un rayo que dejó su marca muchos años atrás haciendo honor a lo que los árboles de su especie representan, fortaleza y majestad.

Si el artículo te transportó hasta allá, no dejes de comentarlo. Seguramente tomará unos minutos para que «regreses» del todo y esa es la idea. ¿Qué harías estando allá rodeado de tanta hermosura?