¿Es lo mismo hacer turismo que hacer ecoturismo? Aquí en Ecología Útil te comentamos las semejanzas y las diferencias de estas prácticas de recreación.
Definamos «turismo» y «ecoturismo»
Turismo es la “actividad o hecho de viajar por placer”, mientras que ecoturismo es “turismo con el que se pretende compartir el disfrute de la naturaleza y el respeto al equilibrio del medio ambiente”.
En términos coloquiales podemos decir que el ecoturismo es una forma de hacer turismo alternativo y moderno en la que se cuida y preserva la naturaleza. Un turismo sostenible y duradero con el que logramos que el patrimonio natural, cultural y tradicional de los pueblos se mantenga vivo.
Cuando hacemos ecoturismo viajamos por reservas, parques y áreas naturales conociendo y disfrutando del paisaje y de la gente, igual que con el turismo tradicional, pero con la diferencia de que no perturbamos ni a la zona ni a sus habitantes. Esta alternativa es simplemente una forma de disfrutar de nuevos lugares respetando la flora y la fauna de nuestro mundo.
Ventajas de hacer ecoturismo
La principal ventaja es la bondad que tiene este tipo de escapadas para no dañar al planeta. De tal modo que al cuidarlo, podremos preservarlo durante mucho más tiempo para que las generaciones venideras puedan disfrutarlo igual que lo disfrutamos nosotros hoy en día.
Además el turismo ecológico nos aporta todas las ventajas de ir a zonas naturales. Hay menos contaminación y polución, menos ruido y, sobre todo, mucha más calma y tranquilidad. Cuando viajamos a zonas menos exploradas por el hombre, nos invade cierta sensación de bienestar causado por el contacto de cada uno con su yo interior en medio de la naturaleza.
Beneficios personales de hacer ecoturismo
En lo personal hacer ecoturismo te brinda también muchos beneficios, así que hablemos de ello…
Cuando practicas ecoturismo normalmente te hospedas en alojamientos rurales, más pequeños y más cercanos a la idiosincrasia del lugar. No se trata de hoteles instalados en rascacielos, con un montón de gente en los que puedas entrar y salir sin que nadie advierta tu presencia ni te pregunte cómo estás.
En los centros ecoturísticos el trato es más humano. Los dueños te cuentan sus vivencias, las costumbres del lugar, y los sitios a los que solo van los nativos de la zona. Y también nos enseñan cómo cuidar de la naturaleza para no perturbarla. Podremos aprender cosas que quizás nos cuesten demasiado caras en tours masivos o en visitas guiadas tradicionales, o con las que ni siquiera entraríamos en contacto de movernos por los circuitos turísticos típicos.
En definitiva, el ecoturismo nos enriquece en cuanto a lo humano, lo emocional y lo personal, y es una forma saludable de viajar y cuidar el planeta al mismo tiempo. ¿Te le animas?