Aunque se trata de una actividad que genera emisiones de gases de efecto invernadero, una explotación controlada puede ofrecer oportunidades para abordar el cambio climático, además de brindarnos muchos de los elementos esenciales para el desarrollo de tecnologías verdes.

Desde el comienzo de los tiempos, la extracción y explotación de minerales acumulados en el suelo y subsuelo ha estado ligada al desarrollo de las civilizaciones. En la actualidad, es uno de los sectores económicos más poderosos del mundo.

Pero también se trata de una industria llena de conflictos y controversias. Además de los problemas sociales a los que está asociada en los países productores, también es un contribuyente significativo de las emisiones de gases de efecto invernadero: anualmente produce un 2% de las emisiones globales de GEI relacionadas con la energía, según los datos del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM).

Sin embargo, aunque siempre veamos la cara oscura de esta industria, lo cierto es también se presenta como un sector lleno de oportunidades para afrontar el cambio climático y que buena parte de las materias primas que necesitamos para producir tecnologías verdes, proceden de los metales.

Puedes informarte más sobre la minería en este enlace. En el artículo puedes ver cómo es el mundo de la minería y cuáles son los principales productores mineros del mundo. La minería y los metales pueden ofrecer mucha de la experiencia necesaria para abordar el cambio climático.

La minería que se compromete con el cambio climático

cambio climatico 2Aunque es cierto que muchas empresas a cargo de explotaciones mineras están ligadas a abusos, negociaciones fraudulentas y otros conflictos tanto sociales como ambientales, también es cierto que 27 de las principales compañías mineras y de metales del mundo y 36 asociaciones, están comprometidas con las soluciones al cambio climático a través de su membresía en el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM).

Este Consejo es una organización internacional que se encamina a lograr una industria minera segura, justa y sostenible. “A través de una Declaración de Posición de la organización sobre el cambio climático, todos los miembros se comprometen a reducir las emisiones y apoyar un futuro bajo en carbono”, explican sus responsables.

Tom Butler, CEO de esta organización, ha asegurado en una entrevista a Mining Weekly que “Los miembros de nuestra compañía comprenden la necesidad urgente de cuna respuesta global a la amenaza del cambio climático y nuestros principios mineros, juntos con nuestra declaración de posición sobre el cambio climático, articulan claramente sus compromisos”.

Principios mineros para reducir el impacto ambiental

El ICMM mantiene vigentes unos estándares de desempeño que abarcan desde los derechos humanos hasta la gestión de riesgos, pasando por prácticas éticas de negocios y, por supuesto, el cuidado medioambiental.

En este último punto, podemos destacar algunos principios mineros que pueden ser significativos para el cambio climático:

  • Plan para el cierre. Este principio implica aplicar medidas para abordar aspectos ambientales y sociales relacionados con el cierre de operaciones y crear una provisión financiera que permita cumplir los compromisos acordados en torno al mismo.
  • Administración del agua. Aquí se propone implementar prácticas de gestión del agua que garanticen una gobernanza sólida y transparente de los recursos hídricos, y una gestión eficaz y eficiente del agua en las operaciones.
  • Prevenir la contaminación y sus impactos. En este principio se trata de utilizar la jerarquía de mitigación para evitar la contaminación, gestionar los vertidos y los desechos y abordar los posibles efectos sobre la salud humana y el medio ambiente.
  • Reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero. Tal y como mencionamos al comienzo del artículo, la industria minera es responsable de buena parte de los gases invernaderos que se producen en el mundo. Por ello, este principio apunta a implementar medidas dirigidas a mejorar la eficiencia energética y a contribuir a un futuro con bajas emisiones de carbono, e informar sobre los resultados de dichas medidas con base en protocolos reconocidos internacionalmente para medir las emisiones de CO2 equivalente. Curiosamente la aplicación de energías renovables puede ayudar a que la misma minería use fuentes energéticas más limpias y se convierta en una industria poco contaminante.
  • Proteger la biodiversidad. Este principio implica evaluar y enfrentar los riesgos y los impactos sobre la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas mediante la aplicación de una jerarquía de mitigación.
  • Reducir los residuos. En el diseño, la ejecución y el desmantelamiento de los proyectos, implementar medidas rentables para la recuperación, reutilización o reciclaje de la energía, los recursos naturales y los materiales.

Las tecnologías verdes también necesitan minerales

Otro punto importante de cara a abordar el papel de la industria minera y de metales en el cambio climático, es que las materias primas que produce son necesarias para muchas de las tecnologías actuales bajas en carbono.

En efecto, el cobre, el aluminio, el platino y el carbón no metalúrgico son algunos de los componentes vitales para desarrollar una infraestructura de energía renovable. Por poner un ejemplo, los paneles solares fotovoltaicos, los convertidores catalíticos y las turbinas eólicas dependen de la industria de la minería y los metales para la fabricación de sus productos.

Asimismo, los coches eléctricos y otros medios de transporte sostenibles, incluyen muchos componentes desarrollados a partir de metales y minerales.

La minería puede ser un aliado contra el cambio climático

En definitiva, no se trata de satanizar a la actividad minera por sus daños ambientales, sino avanzar hacia desarrollos más estandarizados y transparentes, con leyes más sólidas que regulen la extracción de las materias primas ya que, como hemos visto, son fundamentales para la producción de tecnologías verdes.

Aunque queda un largo camino por recorrer, están las bases sentadas para que mediante una explotación controlada y el compromiso de los principales productores mineros, este pujante sector económico no sea un enemigo del medioambiente, sino un aliado para combatir los daños del cambio climático.