Es increíble el poder ahorrador de energía que tiene el uso de las luces led. A continuación te comentamos algunos datos interesantes de esta maravillosa tecnología.
La revolución de las luces LED
Hace ya algún tiempo las luces led están en el mercado, en la forma de linternas de mano, flash en celulares, bombillas, etcétera. En varias aplicaciones han tenido gran demanda, debido a que disminuye eficientemente el consumo de electricidad.
LED significa “diodo emisor de luz” por sus siglas en inglés y, como su nombre su indica, es un diodo, es decir, un componente electrónico que consta de dos electrodos que permiten la circulación de corriente eléctrica a través de un compuesto semiconductor, lo que en el caso de un led, la corriente eléctrica emite energía en forma de luz.
La ventaja de esta forma de producir luz es que el consumo de electricidad es extremadamente bajo; sin embargo, requiere de una gran precisión en el control de la energía. El desarrollo tecnológico alcanzado en el control de la electricidad y la mejora en las técnicas de obtención de los materiales semiconductores hicieron posible la reducción de costos para obtener ledes de forma eficiente.
Si bien la tecnología se conoce desde 1907 cuando Henry Joseph Round fue la primera persona en observar luz emitida por un diodo, fue recién en 1962 cuando Nick Holonyak inventó el led tal como lo conocemos hoy. En un principio solo se podía obtener luz infraroja, roja, verde y amarilla, lo que fue útil para uso en paneles indicadores, controles remoto y no mucho más que eso. Recién a fines de los años 90 se logró obtener un led azul y ultravioleta.
No existen ledes que produzcan directamente luz blanca. Para obtenerla, se utiliza un led que produzca luz azul con una recubierta de fósforo, lo que produce luz amarilla. Así, al mezclar luz azul y luz amarilla, se obtiene una luz blanca que se puede utilizar para iluminación.
¿Cuáles son los problemas fundamentales de las fuentes de iluminación?
Las tecnologías para producir iluminación siempre han tenido un problema fundamental: su eficiencia en convertir electricidad en luz. Las bombillas incandescentes transforman la energía eléctrica en luz y con apreciable cantidad de calor. Mientras más eficiente es un sistema de iluminación, mayor será la cantidad de luz producida (lumens o lm) por unidad de energía eléctrica consumida (vatio o W).
De esta manera, una bombilla incandescente puede llegar hasta 20 lm/W, una luz fluorescente hasta 104 lm/W (luz fluorescente de 32 W llega hasta 75 lm/W), mientras que una luz led blanca llega a los 150 lm/W, aunque normalmente en el comercio se encuentran en 83 lm/W.
Como referencia, una luz led blanca comercial de 8 W tiene la capacidad de iluminación de una luz incandescente de 75 a 100 W. La capacidad de aumentar la eficiencia en un hogar promedio es enorme. Desde el punto de vista económico también tiene ventajas: las luces led no pierden vida útil con periodos de encendido y apagado, pudiendo llegar a durar más de 30 años.
Como verás, hay una forma eficiente de lograr un hogar iluminado por leds que es paulatina, programando el cambio de cada luz quemada por una luz led a medida que vaya surgiendo la oportunidad. La eficiencia es posible, sin sacrificar calidad de iluminación y a un costo que cada vez se hace más alcanzable. ¡Comparte esta información con todos y comienza a sustituir tus bombillas por eficientes luces led!