El lápiz de grafito y el papel siempre han guardado un amor idílico: se complementan para plasmar las ideas de sus dueños. En esta oportunidad, el papel toma otro rol en la historia y pasa a ser parte de la creación de un maravilloso lápiz. ¿Que cómo es esto posible? En Ecología Útil te lo contamos.
Un maravilloso invento para fabricar lápices de grafito
Hay muchos factores que han incidido para que nuestro planeta se encuentre hoy en un estado de permanente alerta roja. Entre otros, la contaminación y la deforestación no controlada son dos factores que han afectado notablemente al cambio climático y al calentamiento global.
Por eso, los inventos que estén destinados a reutilizar o reciclar materiales son siempre bienvenidos. En este caso, se trata de una “fábrica” de lápices de grafito a partir de papel que ya ha sido utilizado. De este modo, en una oficina el papel se puede aprovechar perfectamente para ser reutilizado, teniendo así siempre nuevos lápices listos para usar.
Este es un invento llevado a cabo por dos diseñadores chinos y que ha recibido el nombre de P&P Waste Processor.
Transformar papel en lápiz
Seguramente te estarás preguntando cómo es que hace una pequeña máquina, muy parecida a una impresora de chorro de tinta, para transformar unas cuantas hojas de papel, que ya ha sido usado, en un lápiz de grafito nuevo y listo para comenzar a ser utilizado.
Este procesador funciona de manera tan simple que con solo apretar un botón, tendrás lápices nuevos en apenas unos pocos minutos. Funciona como los ya conocidos picadores de papel que permiten cortar una hoja en varias tiritas finas. Bien, el P&P Waste Processor comienza su función de la misma manera: la persona debe colocar las hojas de papel ya usado para que el procesador las “trague” y procese, para obtener como resultado un nuevo lápiz de grafito.
¿Qué otros materiales usa esta fábrica de lápices?
Claro que, además del papel ya usado, se deben colocar materiales adicionales, como pegamento específico para el funcionamiento del procesador y grafito, para que la máquina pueda armar los lápices nuevos. Estos materiales quedan en pequeños recipientes apartados de la matriz central, que es donde se elabora el lápiz a partir del papel.
El dato más interesante de todo esto, aunque el Waste Processor sea interesante ya por sí mismo, es que el lápiz se hace con tan solo una hoja de papel; así que si tienes muchas hojas para reciclar, puedes tener varios lápices e incluso puedes obsequiarlos en escuelas u otros centros donde los necesiten para realizar diferentes actividades. Quizás en un corto plazo incluso se puedan obtener lápices de grafito, pero de colores y así ampliar el uso del Waste Processor.
Al igual que las impresoras, el procesador tiene una parte central donde se puede ver el proceso de armado del lápiz dentro de la máquina y varios indicadores de estado, que permiten seguir el armado, además de saber cuándo es necesario agregar más pegamento o grafito.
El procesador tira como resultado un lápiz ya afilado y tiene un sacapuntas automático en uno de sus costados para mayor utilidad. Aunque todavía no es producido masivamente, el Waste Processor sería realmente una solución efectiva al reciclado de papel en oficinas y escuelas.
¿Qué te parece este maravilloso producto de la tecnología aplicado a la ecología? Fantástico, ¿verdad? Déjanos tu opinión sobre qué impacto crees que tendrá este invento para nuestro ambiente y, si te gusta la idea, compártela para que tus amigos también la disfruten.
