Muchos son los lugares que permanecen en total abandono por el grado de contaminación que presentan. Bien sea por la contaminación de desechos, derrame de sustancias tóxicas, contaminación de aguas, acumulación de restos orgánicos, deforestación por químicos o desechos de productos industriales, cada día se suma a estas tragedias ecológicas, una más, que termina dañando el ecosistema de un ambiente natural o de una ciudad, para convertirlo en un lugar inhóspito. Esto sucedió y sigue multiplicándose, como en el caso de esta ciudad rusa que te voy a presentar a continuación.
¿Qué ciudad tiene el grado más alto de contaminación?
Una de estas ciudades en grave estado de contaminación es Karabash, ubicada en el lugar conocido como Los Urales, en Rusia. A pesar de la contaminación, cuenta con más de 13 mil habitantes, población que ha disminuido desde hace diez años, cuando la habitaban más de 17 mil personas.
Karabash posee grandes recursos naturales entre los que se encuentra el cobre, metal por el cual ha sido explotada mediante el establecimiento de numerosas minas y fábricas.
Daños incalculables a la biodiversidad
La extracción del cobre en Karabash produjo buenos dividendos para sostener la economía del sector y del país. Sin embargo, la contaminación de aguas y ríos, así como la erosión de las tierras, han provocado graves daños a la biodiversidad.
La gran cantidad de desechos tóxicos plagaron las aguas y acabaron con todas las especies marinas de la zona. La tierra, víctima de la explotación y la contaminación por la extracción del cobre, se encuentra estéril y agrietada desde sus capas más profundas.
¿Existe algún responsable?
La Russkaya Mednaya Kompania de Rusia es la empresa que ahora paga los daños por la contaminación de tierras, lagos y ríos, tras la desaparición de especies animales y vegetales. Durante la época soviética de Rusia, se realizaron daños incalculables que provocaron sanciones y el cierre de la empresa. Sin embargo, este remedio fue peor que la enfermedad, pues montañas de desechos quedaron depositadas en Karabash.
Actualmente la compañía trabaja para restaurar el sector y generar empleo para sus habitantes, una problemática que se desencadenó tras la paralización de las fábricas en los años ’90.
Los organismos ambientalistas han exigido a Rusia y a la Russkaya Mednaya Kompania que pague por los daños restituyendo en lo posible la biodiversidad y la fertilidad de las tierras erosionadas.
Sabemos que hay muchos males que ya están hechos y cuesta mucho revertir los graves efectos que han provocado en los ambientes naturales. Las sanciones nunca serán suficientes para este tipo de destrucción; la comunidad debe estar atenta a lo que ocurre en su entorno, con el fin de que podamos detener a tiempo actividades que dañan el planeta, antes de que tengamos que sufrir por las consecuencias. ¿Qué opinas al respecto?
