¿Te gustan los campamentos? Si es así, en Ecología Útil compartiremos contigo valiosa información para hacer de esta actividad un plan ecológico que no afecte el medio ambiente.
Cuidar el lugar elegido para acampar
En las temporadas de vacaciones muchas personas eligen pasar su tiempo al aire libre. Ya sea que elijamos pasar unos días en el campo, en la playa o acampando, siempre debemos pensar que lo ideal es que, al regresar, el lugar ocupado quede tal cual como lo encontramos. Para poder lograr esto, debemos seguir algunas reglas sencillas…
Al momento de establecerse en un lugar, se debe buscar un sector donde nuestro tránsito y permanencia no generen daño a los suelos. Esto significa no transitar fuera de senderos establecidos y si se hace, evitar erosionar innecesariamente.
Lo mismo se aplica a un lugar de asentamiento temporal, ya sea para acampar o simplemente para detenerse a comer; se debe evitar remover el suelo y lo mejor es instalar el campamento sobre plantas. En caso de existir vegetación, habrá que cambiar de posición cada día para evitar degradar el suelo y la vegetación.
En el lugar escogido, los desperdicios se deben disponer apropiadamente. Esto significa ubicar la basura en bolsas distinguibles y resistentes. Los residuos tienen que ubicarse lejos del alcance de los animales. Todas las bolsas deberán llevarse de regreso a casa; no puede esperarse que exista algún servicio de limpieza en la naturaleza.
Una técnica muy utilizada para evitar mover desperdicios es la de reducir los empaques innecesarios. Por ejemplo, al llevar dulces o galletas, estos se pueden extraer de sus empaques originales para ponerlos en bolsas reutilizables. En el comercio es posible encontrar bolsas de plástico con cierre para este fin.
Prepara una fogata de bajo impacto
Si bien cuando se acampa siempre se suele pensar en fogatas, éstas deben evitarse. Además de producir riesgos de incendio, dañan el terreno y la vegetación cercana.
Existe una técnica llamada “fogata de bajo impacto”. Para efectuarla se utiliza una manta que esté lista para desecho, la cual se ubica en el piso y sobre ésta se agrega tierra seca. Sobre la tierra seca se coloca la leña para la fogata. Una vez terminada la fogata, la ceniza se esparce en la mayor área de terreno posible, así se disminuye el impacto sobre el suelo y hasta se puede agregar, de esta manera, minerales a la tierra.
Finalmente se debe respetar a los otros visitantes del lugar, incluyendo a personas y habitantes locales, es decir, a la fauna nativa. Hay que tratar de no hacer ruidos innecesarios y evitar alimentar a los animales locales, porque esto genera serias distorsiones en su comportamiento.
Pequeños cambios de conducta aplicados en cada aspecto de nuestra vida pueden hacer la diferencia, y la verdad es que esto requiere muy poco esfuerzo. Así que adelante y mucho éxito al planificar tu próximo campamento ecológico.
