La generación excesiva de basura, especialmente aquella que no es reciclable o biodegradable, es un problema creciente para la ecología. Veamos cómo podes ayudar con pequeños esfuerzos diarios a disminuir el impacto ambiental de la basura que generas en tu hogar.

Reutilicemos todo lo que podamos

Muchas veces utilizamos una servilleta de papel y la desechamos, aunque solamente se haya mojado un pedacito. Hay basura que uno descarta pero que puede ser utilizada nuevamente, ya sea del mismo modo o de una manera diferente. Por ejemplo, los sobrantes de comida pueden ser reutilizados en varias formas como para generar abono para una huerta, alimentar a las mascotas del hogar o donarlo a refugios de animales.

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Tratemos de generar la menor cantidad de deshechos

Una buena manera de reducir la basura es evitar generarla, para ello debemos prestar atención a situaciones cotidianas como no preparar comida en exceso, tratando de calcular las porciones necesarias, así evitaremos que haya que tirar el sobrante. Las bolsas de residuos debemos cerrarlas recién cuando estén llenas y no generar muchas bolsas que se tiran aún cuando queda espacio para más basura. También debemos usar objetos no desechables cuando sea posible; por ejemplo, al secar algún líquido utilizar repasadores o rejillas y no muchas servilletas de papel.

Separar la basura que generamos

Por más esfuerzo que hagamos, igualmente se generará basura, lo importante aquí es clasificarla para que pueda ser tratada eficientemente por las plantas procesadoras de deshechos. La mayoría de las ciudades tienen procedimientos para que el ciudadano clasifique la basura y ésta se descarte correctamente. Trata de tomar conocimiento de este proceso y separa la basura según el criterio de tu ciudad, generalmente en «reciclables» y «no reciclables» con diferentes colores de bolsas.

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Los desechos especiales como escombros, baterías o electrodomésticos, en general, son recolectados por la ciudad, en días especiales o en centros de reciclado, para asegurar un descarte ecológico.

Una casa que no genere basura es prácticamente una utopía, pero lo que sí se puede lograr con facilidad es reducir la cantidad de basura y clasificar el resto. Así estaremos contribuyendo a cuidar del planeta. Por cierto, si en tu ciudad no tienen programa de clasificación y reciclado, es un buen momento para reclamárselo a las autoridades o generar un movimiento comunitario para crearlos.