Mucha gente tiene trastornos metabólicos provocados por la glándula tiroides o alguna hormona tiroidea. Las enfermedades más comunes son el hipertiroidismo y el hipotiroidismo. Conoce más sobre estos padecimientos y cómo reducir sus síntomas de manera casera.

Cuando la tiroides se desequilibra

El hipertiroidismo es un desorden en el que se producen hormonas tiroideas de más. Suelen ser la hormona tiroxina o T4 y la hormona libre o T3, o ambas. Y el hipotiroidismo es lo contrario, una reducción en la producción de hormonas.

Por otro lado, el hipotiroidismo es un trastorno por el cual no se producen las suficientes hormonas tiroideas que debe haber en la sangre. Hay varios tipos de hipotiroidismo: con bocio y sin él, supratiroideo o hipofisiario, periférico, subclínico e hipotálamico.

Todos ellos nos provocan fatiga y cansancio, aumento de peso, intolerancia al frío, calambres musculares y debilidad, caída del cabello, estreñimiento, depresión, ronquera, migrañas y jaquecas, entre otros síntomas, por lo que es totalmente necesario tratarse en consulta médica. Sin embargo, además de los medicamentos oportunos, existen ciertas recetas naturales que nos pueden ayudar.

Cuando la tiroides se desequilibra

 

Recetas saludables para combatir el hipertiroidismo

En primer lugar debemos reducir alimentos grasos, dulces y harinas procesadas, ya que nuestro organismo no lo digiere bien de manera natural. En segundo lugar, es importante ingerir yodo, que está presente en mariscos y pescados. En tercer lugar, debemos comer abundantes cítricos para reducir la grasa corporal. Y en cuarto lugar, es conveniente dejar de fumar.

Pero además de estas recomendaciones generales, es importante reducir el consumo de verduras crucíferas, como el brócoli y la coliflor, ya que por su composición natural frenan la actividad tiroidea, ¡lo que nos faltaba!

Una receta muy sencilla que nos puede ayudar es el zumo de un pepino, dos o tres limas y espirulina (alga marina) en polvo (un par de cucharadas). Otro zumo beneficioso es el de manzana, zanahoria y espirulina igual que antes.

Si queremos algo más consistente y sencillo, podemos comer ensalada de atún con garbanzos, huevo, tomate y cebolla; o pasta fresca con gambas, almejas y mejillones y ajo y tomate. También podemos comer pescados como el salmón preparado de diversas formas, una de ellas con limón y eneldo. Y carne, como el pollo con almendras y calabaza.

¿Padeces o conoces a quien padezca este trastorno? Comparte con ellos la información, ya que les puede ser de mucha utilidad.