Hay cosas que podemos evitar y muchas que podemos hacer si queremos ser parte de la solución en busca de un planeta mejor. Una muy importante es desechar de forma responsable el aceite de cocina que ya hemos usado. Aquí compartiremos algunos secretos para realizar esto de una manera ecológica.
Efectos del desecho de aceite en el medio ambiente
Muchas personas no hacen más que verter el aceite por sus desagües, pero ésta es una pésima opción. Este aceite que echamos por el caño se va mezclando con el detergente, se deposita progresivamente en las paredes de la tuberías y actúa como una especie de imán para otros residuos, lo que más temprano que tarde produce tapones en los desagües, que nos obligan a gastar dinero al contratar un profesional para resolverlo.
Pero el efecto en el medio ambiente es mucho peor. Este aceite que botamos por el fregadero termina llegando a ríos y a otros cuerpos de agua. ¡Y no se disuelve!, sino que forma una película que dificulta la circulación del oxígeno y, por tanto, daña gravemente las formas de vida presentes. Los expertos calculan que tan solo un litro de aceite que desechamos incorrectamente basta para contaminar mil litros de agua.
Tal vez pienses que las cantidades que tú desechas son pequeñas; el problema es que la mayoría de las personas piensan lo mismo que tú o ni siquiera han considerado jamás el asunto, por lo que tu poca cantidad se suma a la poca cantidad de casi todos, produciendo graves daños en el planeta. Se calcula que en el mundo consumimos 120 millones de toneladas anuales de aceites comestibles, de los cuales la inmensa mayoría acaba en nuestras aguas.
¿Qué hacer con nuestro aceite ya usado?
* Emplea botellas de aceite vacías o cualquier otra que debas desechar y ve almacenándolo en ellas. Si en tu ciudad existen lugares donde se recolecta el aceite para reciclar («puntos pimpios», «puntos verdes», o como los nombren), llévalo allí; este aceite recolectado se recicla, transformándolo en biodiesel, carburante más amable con el ambiente que los convencionales, ya que produce 10% menos de dióxido de carbono, 40% menos de humo, y 98% menos de dióxido de azufre.
* Otra alternativa es reciclar aceite nosotros mismos, por ejemplo con la fabricación en casa de jabones o velas artesanales. En Internet encontramos distintas guías para este uso, que incluso podríamos convertir en fuente de ingresos.
* Si no disponemos de sitios de recolección para el aceite cercanos a nuestro hogar ni vamos a reciclarlo nosotros mismos, otra opción para no contaminar las aguas es comprar un producto comercial que solidifica el aceite. Sí, existen solidificadores del aceite, elaborados con ácidos grasos naturales inofensivos para los humanos, los animales y el ambiente. Este tipo de producto agregado a tu aceite usado, lo transforma en una barra que puedes arrojar a la basura sin provocar los enormes daños que mencionamos. Averigua si en tu país existe alguno de estos solidificadores en el mercado.
* En caso de que no puedas optar por ninguna de estas soluciones, te sugerimos una posibilidad no tan buena como las anteriores, pero que reduce la probabilidad de contaminar las aguas: almacena tu aceite usado en algún envase no desechable, y cuando esté lleno, luego de taparlo y sellarlo bien, colócalo en la basura.
Averigua qué opciones existen en tu localidad y aprovéchalas. Si no encuentras o no son las mejores, únete a otras personas preocupadas por el tema del aceite para lograr que comiencen a implementarse.
¿Qué te parece esta información? ¿Cuentas donde vives con opciones para no contaminar con aceite? Comparte con nosotros lo que piensas y tus experiencias, y comparte también el artículo con tus amigos, así ayudarás a generar un cambio positivo para cuidar el planeta.