¿Sufres de presión elevada? ¿No sabes qué hacer para mantenerla bajo control? ¿Eres de los que prefiere hacer todo lo que pueda estar a su alcance para cuidar su salud con tal de que sea natural? Si es así, Ecología Útil compartirá contigo algunas claves para tomar acción de forma inmediata y dile adiós a la presión arterial elevada.
Presión arterial elevada: ¿cómo controlarla?
Uno de los problemas de salud más relevantes en todo el mundo occidental y, poco a poco, también en regiones altamente industrializadas de la región oriental del planeta, es la presión arterial elevada.
Este desequilibrio fisiológico de nuestro cuerpo puede (y de hecho lo hace) ocasionar severos problemas de salud y complicaciones diversas. Nosotros podríamos evitarlo, simplemente aplicando algunas medidas naturales. Pero ¿hay algún factor que pueda ser, él solo, responsable de este trastorno?
Según muchos estudios científicos, podemos achacar esta responsabilidad a un elemento omnipresente en la mayoría de las dietas occidentales. Y este peligroso elemento, conocido por todo el mundo y disfrutado sin moderación, es el azúcar.
El azúcar: un enemigo silencioso
Los efectos del azúcar en nuestro organismo son, como se ha demostrado, devastadores, si se ingiere en cantidades superiores a unos límites muy concretos. Lo peor es que es un elemento sin el cual se nos hace cuesta arriba nuestra alimentación, ya que está presente en la mayoría de los alimentos que cotidianamente consumimos y que solucionan de una manera rápida nuestro menú diario.
Pero cuando hablamos del azúcar presente en los alimentos, nos estamos refiriendo a una variante de la misma que se usa cada vez con mayor frecuencia en el procesado de los alimentos: la fructosa.
Se ha demostrado que el exceso de fructosa en los alimentos que tomamos habitualmente es la principal responsable de la presión arterial elevada, ya que tiene unos efectos muy negativos sobre los niveles sanguíneos de insulina. Además, promueve cierta resistencia a dicha hormona, lo que produce que nuestro páncreas secrete niveles cada vez mayores de la misma. Esto hace que vaya aumentando paralelamente nuestra presión arterial.
¿Qué podemos hacer para evitar que la presión suba?
Así pues, si queremos evitar niveles de presión arterial elevada, podemos comenzar, simplemente, por hacer un seguimiento de la presencia de fructosa en los alimentos que consumimos a diario. Nos sorprenderá ver cuán elevada es la cantidad en que aparece este compuesto.
Tal vez pueda parecernos demasiado sacrificado prescindir de la cada vez más larga lista de alimentos procesados que la contienen. Sin embargo, si tenemos hipertensión o propensión a padecerla, tal vez agradezcamos en un futuro no muy lejano el hecho de no sufrir las consecuencias de la misma, como por ejemplo una gran variedad de enfermedades cardíacas, con el riesgo de muerte prematura, accidentes cerebrovasculares, embolias, etcétera.
Una invitación a modificar nuestro estilo de vida
Si es que nuestra presión arterial elevada no se debe a algún trastorno patológico serio, añadiendo algunas modificaciones en nuestro estilo de vida, podemos lograr una mejoría significativa en nuestra presión arterial. Uno de los cambios que podemos realizar es, por ejemplo, intentar lograr una correcta relación entre el consumo de grasas con la ingesta de ácidos grasos omega 3 y 6 (unos niveles simplemente superiores a los que tengamos en el presente), el ejercicio que hagamos y, tal vez, el consumo de otros elementos naturales como suplemento que contengan niveles elevados de calcio, magnesio y de vitaminas C y E.
Como podemos ver, tampoco es que tengamos que sufrir grandes privaciones ni restricciones insufribles: con algunas pequeñas medidas, lograremos mejorar mucho nuestra salud. Así que si conoces a alguien a quien pudieras ayudar con estos simples consejos, no te guardes esta información, ¡compártela!
