La pérdida de energía en una vivienda o en un edificio se produce fundamentalmente por las fachadas y cubiertas que se construyen junto a los huecos acristalados. Por tanto, cuanto menos huecos de este tipo existan menos pérdidas de energía tendrá esa vivienda o edificio. De ahí la importancia de un buen cerramiento para el ahorro energético.
Los cerramientos exteriores de terraza y jardín y la instalación de techos motorizados pueden cubrir perfectamente las necesidades energéticas de la vivienda. Los cerramientos actuales están diseñados precisamente para permanecer instalados en el exterior durante todo el año y hacer que la casa tenga un consumo mínimo de energía.
Cerramientos acristalados
Cerrar y aislar la terraza o el jardín permite que estos espacios se mantengan frescos durante el verano y se protejan del frío en invierno. Los cerramientos posibilitarán que apenas se tenga que usar el aire acondicionado o la climatización, un elemento que hace subir el consumo energético cuando llegan las temperaturas extremas.
En el mercado actual existen precisamente diferentes tipos de vidrio para cerramientos que reducen el impacto del sol sobre la terraza o el jardín. Esto hará que no sea necesario subir el nivel de nuestro aire acondicionado con el consiguiente ahorro económico que esto reporta en el hogar.
En este sentido hay que tener en cuenta que no todos los vidrios para cerramientos contribuyen a aumentar el ahorro energético en la vivienda. Uno de los que sí son eficientes es el caso del vidrio con baja emisividad o control solar, característica esta última que es capaz de filtrar la energía solar que entra en la habitación y reducirla poco a poco.
Según los últimos datos, el uso de este tipo de cerramientos puede producir un ahorro económico en la vivienda en materia de energía eléctrica de hasta el 35%.
Las ventanas como cerramiento
Las ventanas de aluminio y PVC también están considerados cerramientos óptimos en cuanto al ahorro energético en el hogar. En realidad, al sustituir cualquier ventana vieja por una nueva ya se produce un ahorro energético, independientemente del material de la nueva ventana. Se estima que dicho ahorro podría estar en torno al 60% – 65%.
El PVC, por ejemplo, es un material que impide que se pierda energía al instalar las ventanas, lo que supone un importante ahorro económico para el hogar. Lo ideal sería elegir un sistema con mayor resistencia térmica para disfrutar de un mayor aislamiento.
A su vez, los cerramientos optimizan la luminosidad, reducen el ruido ambiente y sirven de primera barrera en la fachada.
En definitiva, elegir el cerramiento adecuado para aislar la terraza o el jardín puede hacer que el consumo energético o de aire acondicionado de la vivienda se reduzca considerablemente. Ni que decir tiene, por tanto, que los beneficios energéticos en este sentido y el cuidado del medio ambiente repercutirán en nuestra elección.