La ecología mental puede definirse como la actividad mediante la cual conseguimos depurar nuestra mente y limpiar nuestros pensamientos de sentimientos como el dolor, la culpa o la frustración. Como sabemos, la ecología es muy importante para cuidar el medio ambiente, pero también debemos limpiar nuestra mente de pensamientos incorrectos para conseguir obtener la paz interior. Así pues, la ecología mental hace referencia a un estilo de vida que se propone conseguir la felicidad.
Todos nosotros, como seres sociales que somos, formamos parte de un ecosistema social en el que se encuentran todas aquellas personas con las que tenemos relación, ya sea de forma directa o indirecta. Este mismo ecosistema nos proporciona una serie de sentimientos, pensamientos y emociones relacionadas directamente con todo aquello que nos pasa en nuestro día a día. Por ello, es bueno realizar un trabajo interior constante que nos proporcione paz y felicidad con el que podamos construir relaciones más sanas y menos tóxicas. Desde Ecología Útil te proponemos una serie de herramientas útiles para conseguir una ecología mental plena.
3 Herramientas esenciales para una ecología mental plena
1. Concentración
La concentración es la capacidad de mantener nuestro foco mental sobre un mismo objeto de atención durante largos períodos de tiempo. Sin embargo, en nuestro día a día nuestra mente presta atención a muchas cosas, lo que puede traducirse en estrés. Por eso es tan importante concentrar la atención en un objeto concreto, ya que de esta forma encontraremos paz, tranquilidad y serenidad.
2. Atención plena
La atención plena o mindfullness es una técnica que posibilita la observación de nuestras experiencias presentes sin juzgar ni intervenir de ninguna forma; eso sí, siendo conscientes de que estamos observándolo todo. Hoy en día, con las prisas, el estrés y todas las actividades que llevamos a cabo nos falta tiempo para ver las cosas como realmente son. Así pues, al practicar el mindfullness podemos tener una visión mucho más clara de nuestras experiencias, tomando decisiones más acertadas y menos tóxicas para nuestra mente.
3. Hábitos positivos
Otra herramienta clave para conseguir una ecología mental plena es cambiar nuestros hábitos: poco a poco debemos ir reduciendo los pensamientos negativos que convierten a nuestra mente en una herramienta realmente tóxica. Si optamos por unos hábitos positivos en nuestro día a día podemos observar, paulatinamente, cómo todo a nuestro alrededor mejora. Introducir el positivismo en nuestras vidas nos llevará a conseguir la felicidad y la paz interior que todos ansiamos en un mundo tan ajetreado.
En síntesis, la ecología mental nos ayudará a sentirnos bien con nosotros mismos y a establecer relaciones sanas con las personas que están a nuestro alrededor. Debemos recordar que practicar la ecología mental es una misión diaria en la que debemos de ser constantes. Ahora cuéntanos, ¿qué te parece la ecología mental? ¿Crees que es necesario que reciclemos nuestros pensamientos? ¿Has utilizado alguna de estas herramientas? Déjanos tus comentarios, ¡estaremos encantados de leerte!