Cuántas veces nos habrá sucedido de tratar de buscar desesperadamente en nuestra casa la manera de aislarnos de un sofocante calor o de un frío paralizante… Aquí te presentamos algunas opciones para brindarle a tu casa un aislamiento térmico eficaz.
Tapizado vegetal: un aislamiento térmico natural
No todo el mundo tiene las posibilidades de aprovechar lo que la tecnología y los avances arquitectónicos proporcionan, ya que invertir en un aislamiento térmico en condiciones óptimas es bastante costoso.
Por eso, en los últimos años, se está volviendo cada vez más popular el aislamiento térmico natural a base de un tapizado vegetal de los tejados o azoteas de las casas: una forma completamente ecológica y natural de lograr que se mantengan con unos niveles de temperatura más o menos constantes, al tiempo que les damos un aspecto y una funcionalidad que va más allá de la estética o de la finalidad térmica.
Con esta técnica, no solo paliamos, si es que se extiende a muchos hogares, los inabarcables problemas medioambientales de las ciudades superpobladas (altamente edificadas a costa de cada vez mayores extensiones de terrenos, otrora verdes), también obtenemos una serie de beneficios económicos, ya que este aislamiento térmico natural nos permitirá ahorrar hasta un 50% de la energía que habitualmente consumimos en refrigerar o caldear nuestro hogar.
Cuando fabricamos en nuestra casa un “techo verde”, este aislamiento térmico natural, además estamos ayudando a la ecología de nuestro planeta de una forma que tal vez no hayamos pensado antes: creando corredores ecológicos donde especies animales puedan sobrevivir e incluso usar como puentes migratorios.
Creación de microclimas, una opción ecológica
Si nos decidimos a construir este techo verde sobre nuestra casa, además, estaremos contribuyendo a crear microclimas, algo que puede no ser significativo cuando es una sola casa la que adopta esta medida, pero cuando esto se extiende, como en Escandinavia por ejemplo, es algo que produce efectos claramente perceptibles: en esa zona se crean islas de calor y, por ende, se producen aislamientos acústicos significativos.
Si esto lo hiciéramos en países cálidos, como en México, donde se está intentando introducir este cambio, el efecto térmico regulador es el contrario: mantiene el aire fresco en el interior de las casas, creando islas de frío.
Como vemos, los techos verdes no son solamente una cubierta arbitraria y caótica de materia verde sobre el techo o la azotea de nuestra casa, es algo mucho más organizado y estudiado. De hecho, empresas que ya están instalando estas cubiertas vegetales aconsejan no emprender este trabajo sin asesoría profesional, ya que previamente hay que determinar algunos parámetros de resistencia de la vivienda, así como el peso que, según la materia vegetal que usemos, añadiríamos a la estructura de la casa.
Si te parece interesante esta información, existen empresas especializadas en la creación de este aislamiento térmico natural con las que fácilmente se puede contactar. Comparte esta información con tus conocidos y comienza a colaborar en la mejoría de nuestro medio ambiente.
Imágenes: Santiago de Francisco vela, Cesar González, Corona